DIA DOS EN LA POSADA

-Muy buenas noches, señorita.- Me acerco.- Efectivamente, soy el encargado, Larry. ¿Ha que ha venido?

-Lo único que yo le puedo ofrecer, señorita, es una habitación para que usted la tome, lancela luego al callejón de atrás, de modo que mi mascota comerá los restos, pero la víctima debe traerla usted, le agradecería que no dijese segun que cosas en voz alta, otros clientes humanos podrían oirle y eso no es bueno para el negocio.

(nota del webmaster: Si deseas puedes abrir un nuevo post en el pueblo o lo abro yo, solo enviame un correo a esta cuenta, entonces podrás buscar a una victima, el pueblo lo representará la cuenta que lo tiene activo, de este modo podrás interactuar con él, solo debes visualizar una victima, describirla y la persona que tiene esta cuenta lo representará para ti.)

'Vaya que fue fácil, estos humanos ilusos son completamente confiados'
Me acerco a la barra acompañada de mi invitado y le pido a Larry:

- Una habitación, por favor.- y bajando la voz para que el ebrio no escuche - ¿Qué hago con lo que sobra?

-Por supuesto.- De debajo de la barra saco una llave.- Con lo que sobra.- Bajo la voz.- Lancelo por la ventana que da al callejón, mi mascota hará el resto.- Y de nuevo, en voz alta, hablo.- Siganme, por favor.

- Muchas gracias.- sigo a Larry a traves del polvoriento pasillo, sin dejar entrever mi emoción en ninguno de mis elegantes movimientos.

Subo por las escaleras, acompañado de la señorita y un hombre que parece borracho, tampoco me importan sus metodos, pero espero que no manchen nada, por que no pienso limpiarlo a menos que sea un verdadero estropicio.
-Ah, señorita, debo advertirle que son 20 coronas la habitación cada día que pase en él.

(Esto está puesto en la lista de personas y dinero que pones ahí tus gastos y ya los apuntaré )

Sigo a estos dos, creo que este era Larry, vamos, lo que tengo oido, alguna vez he venido a esta taberna de mala muerte, pero tampoco es muy importante, lo único que tiene son habitaciones a buen precio. Y, total, paga la chica, así que por mi perfecto, solo tengo que subir, hacer lo que quiera y largarme.

- No hay problema.- aseguro.
Atravesamos el pasillo, no menos descuidado que la planta baja, y el tabernero introduce una llave de aspecto pesado en una de las puertas, que se abre con un chirrido. Un olor a encerrado llega hasta mi nariz, cosa que no me desanima en lo más mínimo, como si nada pasamos por medio del viciado aire del cuarto. Observo a mi alrededor, hay una cama de dos plazas como para aparentar, dos mesillas con candelabros chorreados de cera, una silla contra la pared y una alta ventana cerrada a cal y canto, nada más.

Giro sobre mis talones y me dirijo a Larry:

- Gracias por su atención, Larry, lo llamaré si algo nos hace falta.

-Siento decirle, estimada señorita, que debe pagarme por adelantado a poder ser. No es por ser grosero, pero estos últimos días han habido muchos problemas y no me gustaría que sucediese nada más.

Entre los robos, los destrozos que hizo Reyko o Reysu, da igual, los asesinatos y todo... Esto es pesado, aunque estar bajo la protección del rey me ha salvado de muchas cosas, aunque no de otras. Los desperfectos ya están casi arreglados, sin embargo todavía no puede entrar nadie ahí...

Preguntandome quién diablos será ese tal Reyko, cuento las monedas de bolsita de terciopelo negro que saco de entre mis ropas y digo:
- Entiendo.- se la tiendo hacia él.- sírvase, son veinte coronas, cuéntelas si quiere.

(disculpa, pero el "Reyko" y el resto, es pensamiento, solo quería comentartelo )

-No, está bien, tranquila.- Tomo las monedas.- Espero que disfruten de su habitación, esten el tiempo que necesiten y tengan una buena noche.- Le doy la llave a la chica y vuelvo a la barra.

Miro a mi víctima y, como ya la tengo entre mis redes, no considero necesario decir una palabra más. Lo tomo por el cuello firmemente, se resiste, pero acerco mi boca con premura.